Muchas son las cosas que cambian con el tiempo. Seguro que nos acordamos de que no hace mucho tiempo, un diario de la comarca no paraba de menospreciar a una concejala calificándola de pija, muy en la línea del rotativo de utilizar motes despectivos a discrección selectiva. Ahora ya no es pija, es más, ahora es tratada como una gran autoridad cuando ataca a un concejal estrella del gobierno municipal. ¿Qué ha cambiado? ¿La concejala ya no es pija? ¿ El diario ha cambiado y ya no "motea" a los personajes públicos veleños? Toda una incógnita.
Por otro lado parece ser que las patas que sustentan al taburete tripartito empiezan a cojear. El señor Manuel Rincón puso de manifiesto que ya no votan cogidos de la mano como muestra la foto de su pacto. Ya sabíamos que cada uno de los grupos de la coalición gobernante iba de libre por la vida y sólo de cara a la galería votaban juntitos en los plenos. Pero este último pleno ha sido el punto de inflexión. La alcaldesa con buen criterio dejó aparcado el tema de las horas extraordinarias de los policías municipales sobre la mesa, ya que al líder torreño no le dio tiempo a tratar el tema.
Los medios afines a cada grupo tiran para casa. Así podemos ver como ya se empiezan a cruzar editoriales y secciones de rumores tirando darditos envenenados. El principal perjudicado es el concejal de urbanismo y primer teniente alcalde. La campaña la lleva un medio que antes utilizaba a su sucesor en cargos con idéntico fin. Pareciera que se intenta colocar de nuevo a Morales en su anterior cargo para desplazar a Marín. Y eso que todavía queda un poco más de un año para las municipales, porque si estuviéramos a seis meses nos íbamos a reír un rato.
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