Diez mil parados o desempleados tiene Vélez-Málaga. Con 80.000 habitantes eso hace que el municipio soporte una tasa del 12,5% sobre la población total. Una barbaridad, no quiero hacer los cálculos en base a la población en edad de trabajar.
Pero no pasa nada, aquí tenemos el mal llamado P.E.R. que algo ayuda a combatir la situación desesperada de tanta familia. Muchas de las obras que nos rodean no son del famosísimo Plan E. Son obras realizadas por operarios provenientes del citado P.E.R. y supervisados por personal municipal.
A razón de 10 baldosas colocadas por día, una cuadrilla de 8 subsidiarios y 2 técnicos municipales, avanzan imparables las obras de las calles Adeodato Altamirano y Pablo Picasso. Entre los vecinos estamos apostando el tiempo que se empleará para su finalización. El ritmo es infernal, para sus 30 metros cuadrados creemos que pueden realizarlo en dos semanas, algún osado piensa que pueden ser 8 días para realizar la gesta, más que el Alcoyano.
Fuera bromas, a una cuadrilla formada por hombres y mujeres que de edad media tienen 50 años y que nunca han cogido un palustre (sólo 15 días al año) no se le puede pedir profesionalidad. Una empresa privada nunca realizaría estos trabajos con estas personas ya que no se alcanzaría eficacia. Muchas de estas personas rondan los 60 años, ¿no sería mejor dar otra ocupación más acorde con su situación y capacitación? Más aún, ¿no sería mejor proporcionar un trabajo que durase al menos 365 días al año, 366 los años con olimpiadas.
Termino estas líneas rápidamente para asomarme a mi ventana y observar la marcha imparable de las obras imparables. Espero no perdérmelo
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